El diamante, composición y forma

Anillo de diamantes - Alta joyería Clemencia Peris

Sobre la química del diamante

Como la mayoría ya sabe, el diamante es un mineral considerado precioso, cuya composición es de las más simples que existen. En su totalidad, aunque alguna vez lo encontremos con una mínima proporción de nitrógeno, el diamante se compone por carbono puro cristalizado.

Elemento químico que, por otra parte, también compone parte de nuestra química orgánica básica. Sería lógico pensar que el cristal de diamante, al estar compuesto por el mismo elemento químico que el grafito común, tuviese la misma forma, pero lo que los distingue es la forma en que se disponen los enlaces químicos que unen a estos átomos de carbono.

En el caso del grafito, están los átomos de carbono están más separados.

diamante composición

El cristal de diamante, se forma a partir de la repetición y la suma de átomos de carbono en las tres direcciones que tiene el espacio.

Estos átomos de carbono, están vinculados los unos a los otros a través de unos enlaces químicos muy fuertes y muy cortos, distintos a los del grafito.

Estos enlaces en términos químicos reciben el nombre de “enlaces covalentes”. Es por este motivo que, el cristal de diamante, está catalogado dentro del grupo de gemas del tipo “cristal de grupo 1”, o lo que es lo mismo, los de sistema cúbico.

Sus propiedades físicas hacen del diamante, uno de los minerales más preciados y usados en el mundo de la joyería. Gracias esto, sabemos que el diamante es un mineral precioso que se da, en estado natural, en distintas tonalidades.

Tonalidades que podemos apreciar, si la luz que incide sobre ellos es la adecuada.

Por el momento conocemos diamantes incoloros, azules, verdes, amarillos, rosas, rojos, naranjas, marrones y negros. Claro está que según el color, su valor aumenta o disminuye.

Diamantes - Clemencia Peris

El diamante y sus curiosidades

Como es lógico y muchos de nuestros lectores ya sabrán, a lo largo de la historia han existido y, probablemente, existirán diamantes conocidos por su extraña naturaleza, tamaño o procedencia.

  • Uno de los más ampliamente conocidos es “le regente”, un diamante que en sus inicios formo parte de las joyas de la corona francés en el reinado de Luís XV quien, al poseerlo, mandó engarzar la piedra en su corona. Este diamante en un tiempo posterior perteneció a Napoleón quien, también ordenó engarzar la piedra pero, esta vez, en su espada.
  • El gran Mogol” es otro de los diamantes más conocidos. Éste, fue encontrado en la India alrededor del siglo XVII. Shah Jahan, emperador de la dinastía mogola y quien ordenó construir el Taj Mahal, fue quien le dio nombre a la preciadas joya la cual fue robada en el año 1739. Muy probablemente se fragmento en varias partes para ocultar su procedencia y poder venderla en el mercado negro.
  • El diamante más gran de conocido en la actualidad, pertenece al que actualmente es, todavía, el rey de Tailandia desde 1946, el monarca Bhumibol Adulyadej. Esta piedra fue encontrada en una mina en Sudáfrica y su valor se estima alrededor de los 12 millones de dólares americanos.
  • Otra curiosidad entorno al diamante es que, el uso más antiguo que se conoce de este mineral precioso es el de herramienta en las herrerías puesto, antiguamente, que se usaba para afilar y pulir hachas.
  • En el año 2005 se descubrió un mineral artificial un 11% más duro que el mismísimo diamante, el conocido como ADRs o “hiperdiamante”, creado por el equipo de físicos comandados por la rusa Natália Dubrovinskhaia.
  • La cultura del diamante en algunos países, ha marcado la tradición en cuanto a que cantidad debe gastarse un hombre en el anillo de compromiso de su futura esposa. En EE.UU, un hombre debe gastar el equivalente a dos meses de su sueldo en un anillo de compromiso así como, en Japón, el equivalente se encuentra alrededor de los 3 meses de sueldo o en Reino Unido tan solo un mes.
  • La compañía que ha llegado a poseer la cantidad más grande de diamantes potencialmente comercializables en todo el mundo, es De Beers. Fundada en 1888 por Cecil Rhodes, esta compañía, con sede en Johannesburgo, dedica su objeto de negocio a la explotación, tratado, talla y posterior venta de diamantes a en todo el mundo. Al haber poseído hasta el 90% de la explotación del diamante en el mundo hace que, convertirse en cliente de esta casa, sea una garantía de calidad.

El diamante de Clemència Peris

La firma de joyería Clemència Peris puede presumir de realizar un trabajo fuera de serie con el diamante.

Las joyas que nuestra directora creativa, diseñadora y fundadora de la firma, crea en sus talleres, son joyas que tienen un valor añadido que otras firmas no tienen, la exclusividad de piezas de una altísima sofisticación, hechas de forma artesanla.

Estas características de nuestras piezas hacen que, nuestros clientes, no solo obtengan una pieza de gran valor estético sino que, también, posean una pieza única a todas las demás.

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