La forma de los diamantes y su composición: ¿qué los hace únicos?

El diamante es, sin duda, una de las gemas más fascinantes del mundo. Su belleza y brillo lo han convertido en símbolo de lujo y eternidad, pero su verdadero valor va más allá de lo que se ve a simple vista. La estructura interna del diamante —basada en una red cristalina de carbono puro— es la responsable de su dureza excepcional y de su capacidad para reflejar la luz de forma única. Además, la forma en que se talla el diamante influye directamente en su brillo, su simetría y su valor en el mercado. Por eso, conocer tanto la composición como la forma de un diamante no es solo un detalle técnico: es clave para comprender su calidad, su rareza y, en definitiva, su precio. Ya sea que estés considerando comprar un anillo de diamantes, te apasione la mineralogía o trabajes en el sector joyero, entender estos aspectos te permitirá apreciar y valorar mucho mejor cada gema.

 

Anillo de diamantes - Alta joyería Clemencia Peris

 

El diamante y sus curiosidades

Como es lógico y muchos de nuestros lectores ya sabrán, a lo largo de la historia han existido y, probablemente, existirán diamantes conocidos por su extraña naturaleza, tamaño o procedencia.

  • Uno de los más ampliamente conocidos es “le regente”, un diamante que en sus inicios formó parte de las joyas de la corona francés en el reinado de Luís XV quien, al poseerlo, mandó engarzar la piedra en su corona. Este diamante en un tiempo posterior perteneció a Napoleón quien, también ordenó engarzar la piedra pero, esta vez, en su espada.
  • “El gran Mogol” es otro de los diamantes más conocidos. Éste, fue encontrado en la India alrededor del siglo XVII. Shah Jahan, emperador de la dinastía mogola y quien ordenó construir el Taj Mahal, fue quien le dio nombre a la preciada joya la cual fue robada en el año 1739. Muy probablemente se fragmento en varias partes para ocultar su procedencia y poder venderla en el mercado negro.
  • El diamante más grande conocido en la actualidad pertenece al que actualmente es, todavía, el rey de Tailandia desde 1946, el monarca Bhumibol Adulyadej. Esta piedra fue encontrada en una mina en Sudáfrica y su valor se estima alrededor de los 12 millones de dólares americanos.
  • Otra curiosidad en torno al diamante es que, el uso más antiguo que se conoce de este mineral precioso es el de herramienta en las herrerías puesto, antiguamente, que se usaba para afilar y pulir hachas.
  • En el año 2005 se descubrió un mineral artificial un 11% más duro que el mismísimo diamante, el conocido como ADRs o “hiperdiamante”, creado por el equipo de físicos comandados por la rusa Natália Dubrovinskhaia.
  • La cultura del diamante en algunos países, ha marcado la tradición en cuanto a qué cantidad debe gastarse un hombre en el anillo de compromiso de su futura esposa. En EE.UU, un hombre debe gastar el equivalente a dos meses de su sueldo en un anillo de compromiso así como, en Japón, el equivalente se encuentra alrededor de los 3 meses de sueldo o en Reino Unido tan solo un mes.
  • La compañía que ha llegado a poseer la cantidad más grande de diamantes potencialmente comercializables en todo el mundo, es De Beers. Fundada en 1888 por Cecil Rhodes, esta compañía, con sede en Johannesburgo, dedica su objeto de negocio a la explotación, tratado, talla y posterior venta de diamantes a todo el mundo. Al haber poseído hasta el 90% de la explotación del diamante en el mundo hace que, convertirse en cliente de esta casa, sea una garantía de calidad.

¿De qué están hechos los diamantes?

La composición del diamante es sorprendentemente simple: carbono puro. Pero no cualquier carbono. En el diamante, los átomos de carbono están unidos entre sí mediante enlaces covalentes muy fuertes. Esta es la clave de su extraordinaria dureza: cada átomo de carbono está conectado a otros cuatro, creando una estructura tridimensional extremadamente resistente.

¿Qué minerales forman el diamante?

Aunque el diamante es solo carbono, suele formarse en la naturaleza junto a otros minerales como el olivino o la granada, presentes en rocas llamadas kimberlitas. Sin embargo, el diamante en sí mismo no es una mezcla: es un solo elemento en su forma cristalizada más dura. Esto hace que la composición química de los diamantes sea única.

¿Qué tipo de enlace tiene el diamante?

El enlace covalente entre átomos de carbono es uno de los más fuertes que existen, y es el responsable directo de su resistencia, su transparencia y su punto de fusión extremadamente alto.

 

Diamantes - Clemencia Peris

Estructura del diamante: el secreto de su dureza y brillo

La estructura cristalina del diamante es de tipo cúbico centrado en la cara. Esto significa que los átomos de carbono están organizados en una red tridimensional regular y simétrica. Cada átomo se conecta a otros cuatro mediante enlaces covalentes en forma de tetraedro. Esta estructura es lo que le da al diamante su famosa dureza, superior a cualquier otro material natural.

¿Cuál es la diferencia entre la estructura del diamante y la del grafito?

Ambos están hechos de carbono, pero en el grafito los átomos están dispuestos en capas planas y unidas por fuerzas débiles. Por eso el grafito es blando y se usa, por ejemplo, en lápices, mientras que el diamante es extraordinariamente duro y resistente.

También gracias a la estructura molecular del diamante se produce el famoso «fuego» del diamante: su capacidad para refractar la luz de forma intensa y espectacular. Cuanto más perfecta sea su estructura, más brillante será.

 

¿Cómo se forma un diamante? Naturaleza vs laboratorio

¿Cómo se forma el diamante en la naturaleza? 

Los diamantes naturales se generan a más de 150 km bajo la superficie terrestre, en el manto, donde la combinación de presión extrema y temperaturas superiores a los 1000 °C transforma el carbono en diamante. Este proceso puede tardar entre uno y tres mil millones de años. Posteriormente, erupciones volcánicas los transportan a la superficie dentro de rocas llamadas kimberlitas.

¿Cómo se crean los diamantes artificiales?

También llamados diamantes sintéticos, se crean replicando en laboratorio las condiciones del manto terrestre en entornos controlados. Existen dos técnicas principales: HPHT (High Pressure High Temperature) y CVD (Chemical Vapor Deposition). En ambos casos, el resultado es un diamante química y estructuralmente igual al natural.

Este punto es clave para muchos compradores: un diamante de laboratorio no es una imitación, es un diamante real con la misma composición y estructura. La diferencia está en el origen, no en la calidad. Puedes profundizar más en aspectos como color, talla y pureza en nuestro artículo sobre las características de los diamantes.

 

¿Qué forma tiene un diamante?

Aquí conviene distinguir entre dos aspectos: la forma natural del cristal y la figura final tras el tallado.

En su estado natural, los diamantes suelen cristalizar formando octaedros, aunque también pueden presentar formas como cubos, dodecaedros o combinaciones de estas. Esta figura geométrica está determinada por la estructura atómica del mineral y su desarrollo durante la cristalización.

En joyería, sin embargo, la forma del diamante hace referencia a su talla. La más clásica y popular es el diamante redondo brillante, diseñado para maximizar la refracción de la luz. Otras formas incluyen talla princesa, esmeralda, oval, pera, marquesa y corazón.

¿Qué figura geométrica es el diamante? 

A nivel cristalino, el diamante tiene simetría cúbica, y su figura natural más común es el octaedro. Esta simetría influye directamente en su comportamiento óptico y en su potencial de talla.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué composición química tiene el diamante? 

Carbono puro (C), sin combinación con otros elementos.

¿Cuál es la estructura molecular del diamante? 

Red tridimensional de átomos de carbono unidos por enlaces covalentes en forma de tetraedros.

¿Qué tipo de estructura cristalina tiene el diamante? 

Cúbica centrada en la cara (también conocida como estructura de diamante).

¿Cómo se forma el diamante natural? 

A partir de carbono sometido a altísima presión y temperatura en el manto terrestre durante millones de años.

¿Cómo se hacen los diamantes de laboratorio? 

Mediante tecnologías como HPHT o CVD, que replican las condiciones de formación natural en ambientes controlados.

¿El diamante brilla en la oscuridad? 

No. El diamante no emite luz propia. Su brillo proviene de su capacidad para reflejar y refractar la luz exterior.

 

Ahora que conoces la composición y forma del diamante, puedes valorar mucho más su belleza y entender por qué sigue siendo una de las gemas más deseadas del mundo. Si estás pensando en una joya con diamantes, recuerda que no solo importa el brillo, sino también todo lo que hay dentro. En Clemència Peris diseñamos piezas donde la ciencia y la emoción se encuentran en cada corte.