Detrás de una gran obra hay un gran pintor, detrás de una gran película hay un gran director y detrás de una gran joya hay una gran diseñadora.
Hoy os queremos contar todo aquello que no se ve, aquello que queda en la más absoluta intimidad y que el cliente no tiene la oportunidad de vivir: el proceso de fabricación de una pieza de joyería, en este caso de una alianza de boda.
La esencia de la firma Clemència Peris radica en su profundo valor artesanal.
Un valor que la ha acompañado desde sus inicios y que le ha dotado de una independencia artística total. Todas y cada una de sus piezas están hechas a mano, cuidadas hasta el más mínimo detalle y acabadas a la perfección.
El proceso de fabricación empieza con un momento de inspiración, una idea que hay que darle forma.
En el caso de una alianza de boda, a uno le puede parecer que es coser y cantar, pero realmente hay que tener en cuenta muchos detalles como pueden ser el tamaño, el material, el peso del metal, el grosor, la textura, la inclusión o no de diamantes, el brillo…
Una vez que la artista haya diseñado el boceto, se puede proceder a la fabricación de la pieza.
Expertos artesanales en joyería son los encargados de darle forma a las piezas en el taller.
Clemència Peris posee un taller propio, donde empezó su historia de esfuerzo, superación y pasión, hecho que facilita con creces el trabajo.
Ella misma es la encargada de explicarles a los artesanos el boceto que ha diseñado en persona, para que el joyero artesano en cuestión capte con todo lujo de detalles la esencia de la pieza.
Ahora sí, todo está listo para ponerse manos a la obra. Estos son los pasos que se siguen para la fabricación de una alianza de boda:
El primer paso para crear una alianza de boda es elegir el metal.
La diseñadora ya se habrá encargado de indicar en el boceto el material con el que quiere fabricar dicha alianza.
Pero en el caso de que sea una alianza de boda por encargo, la elección del metal quedará en manos de los clientes. Lo más común es que las alianzas estén confeccionadas en oro blanco u oro amarillo.
Una vez, el joyero disponga del material, procederá a fundirlo manualmente hasta que alcance el estado líquido.
Será entonces cuando cuidadosamente lo verterá en un molde con forma de lingote. A continuación, hay que dejar enfriar el oro con el fin de que se solidifique.
Ya tenemos el lingote en forma de oro. Es ahora cuando realmente el artesano se emplea a fondo.
Tiene la delicada tarea de moldear el lingote hasta llegar al grosor y anchura deseada.
Es hora de que entren en juego las múltiples limas que se encargarán de contornear, serrar, esmerilar y dar la forma deseada a la alianza de boda. Una vez listo, se pule para darle un acabado específico, cuidado y puro.
Por último, la alianza de boda pasa directamente al Departamento de Calidad, quien se encargará de verificar que la pieza pasa sin ningún tipo de problema el control de perfección.
En el caso de que la alianza de compromiso tuviera diamantes, se procedería a engastarlos manualmente.
En el caso de que se trate de una alianza de boda en oro blanco, faltará un último paso: el rodio, un baño que se le da a todo el oro blanco para darle un acabado brillante y luminoso.
Este es el resultado final: una alianza de boda clásica elaborada en oro blanco de 18K.
Además, después existe la opción del grabado donde podréis poner vuestros nombres, las iniciales, la fecha de la boda… ¡lo que queráis! Un detalle para nuestro gusto esencial, que os recordará el día más importante de vuestras vidas.
¿Y tú, aún no sabes qué alianza de compromiso va contigo?
Échale un vistazo a estas múltiples opciones, estamos seguros que encontrarás la tuya: www.clemenciaperis.com/es/alianzas-de-boda