Mairena de Alcor (Sevilla), lugar elegido por los novios para darse el “sí, quiero”, amaneció soleada, con una luz especial y preparada para acoger la boda más esperada del año.
Todas las miradas estaban puestas en el espectacular Rolls Royce que se acercaba a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y en cuyo interior se encontraba ella, la que sería la absoluta protagonista del día, Eva González. Y allí, estaba, saliendo del coche y mostrándonos por primera vez todos los detalles de su look nupcial. Sencilla, natural y elegante, como ella es. El acierto fue total.
Eva estaba radiante, brillaba con luz propia. La novia vestía un diseño firmado por Pronovias, a priori de estilo clásico, elaborado con crepe y seda. Manga larga, escote barco, cintura ajustada y una espectacular cola de 3 metros de largo.
Pero la sorpresa vino cuando vimos la parte trasera del vestido. Un delicado tul de cristal cubría su espalda intercalándose con nudos franceses y rebordé de seda y terminando con un hilera de botones que daba paso a su alucinante cola.
Un Jaguar clásico fue el encargado de transportar al novio hacía la Iglesia. Vestido con chaqué y del brazo de Encarna Fernández, la madrina y madre de Eva, apareció Cayetano Rivera, sonriente y muy feliz.
23 fueron los eternos minutos que tuvo que esperar el novio a que Eva cruzara las puertas de la iglesia, de las que minutos más tarde volverían a cruzar juntos como “marido y mujer”. Un lluvia de pétalos blancos les esperaba a la salida entre los aplausos de los invitados. Y allí estaban ellos, más cómplices que nunca irradiando felicidad total y sellando su amor con un romántico beso enfrente de los asistentes.
“Estoy muy feliz y muy contento de compartirlo con nuestra gente y ahora ha seguir disfrutando del día» afirmaba el torero. La presentadora también se dejó llevar por la emoción que estaba viviendo y tras declarar que la ceremonia había sido preciosa, continuó compartiendo su alegría: «Ha sido un día muy bonito, además, mi pueblo se ha volcado, estoy feliz. Y muchas gracias a todos por venir».
La novia decidió apostar por dos piezas de joyería que le dieran un toque de sofisticación a su look pero que no fueran en absoluto ostentosas.
La primera de ellas fue un broche de oro blanco con 254 diamantes que colocó como adorno en su pelo. Se trata de una pieza diseñada especialmente para la ocasión y cuya inspiración proviene de las raíces andaluzas de la modelo. Este delicado broche toma como punto de referencia los motivos florales propios de los mantones de Manila y los capotes de paseo.
En segundo lugar, tenemos los pendientes que le otorgaron a la presentadora un punto de finura. Se trata de unos pendientes realizados en oro blanco con una piedra central talla pera y rodeados por 54 diamantes cada uno, con un peso total de 1,75 quilates.
La pareja se mantuvo fiel a su estilo clásico y así lo dejaron ver con las alianzas de boda que sellaron su amor. Nada más salir de la Iglesia, los novios lucieron orgullosos unas alianzas de boda clásicas, con un diseño totalmente idéntico en ambos casos.
Se trata de piezas confeccionadas en oro macizo de 18 quilates que destacan por una aleación en color rosado. Una apuesta segura que nunca pasará de moda y que ponía el broche de oro a una historia de amor de 6 años. ¡Enhorabuena pareja!
Si os gustan las alianzas clásicas tradicionales, os proponemos este modelo:
Una alianza de boda clásica de estilo media caña elaborada en oro amarillo de 18kt.
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Photos by: Gtres, Gordon Press.