Sois muchas las personas que en algún momento nos habéis preguntado cómo deberíais limpiar vuestras joyas.
Y la verdad es que hacéis muy bien en preguntarlo, ya que la limpieza y el cuidado de las piezas de alta joyería es fundamental para su buen estado.
A raíz de ello, hemos decidido dedicar nuestro post de hoy a explicaros cuál es el cuidado correcto para las joyas que contengan diamantes, ya que tenemos que tener en cuenta que no todas las piedras preciosas requieren el mismo tipo de trato.
Cada pieza de joyería es distinta y deberá ser limpiada de manera diferente. No es lo mismo limpiar un anillo de oro y diamantes que con otro tipo de piedra preciosa, como puede ser una esmeralda.
Las joyas con diamantes son algunas de las más comunes, sobre todo si tenemos en cuenta que prácticamente todos los anillos de compromiso contienen diamantes.
Para que una joya luzca bonita e impecable como el primer día hay que cuidarla.
Si no se somete a una limpieza continua, su aspecto puede ir apagándose.
Por ejemplo, si tienes unos pendientes que lleven incrustado algún diamante y no los limpias de forma continua, van a ir perdiendo brillo. Y no porque el diamante sea de mala calidad, sino porque éste va acumulando suciedad y no deja pasar la luz como debería.
Hecho que hace que no luzcas esa pieza de joyería tan valiosa como se merece. ¡Toda una pena!
¿Preparados para saber cómo hay que limpiar vuestras joyas con diamantes? ¡Tomad nota!
Antes que detallaros cuál es el correcto procedimiento para limpiar vuestras joyas, queremos daros unos consejos generales que hay que tener en cuenta.
Los diamantes son las piedras más duras de la faz de la tierra y son altamente resistentes a rallarse o a dañarse por calor.
Pero bien, eso no significa que estén al margen de romperse, ya que no son indestructibles.
El hecho de llevar los diamantes puestos diariamente, lo está exponiendo a la suciedad, al polvo, al maquillaje, a la laca del pelo… y con el tiempo todas estas sustancias se pueden acumular sobre la piedra en cuestión, haciéndolo más opaco.
Para limpiarlo, prepara una solución de agua tibia con jabón líquido o con el detergente con el que lava la vajilla. Evita a toda costa usar detergentes que contengan cloro (al diamante no le pasaría nada pero la montura se decoloraría).
A continuación, meta su joya en remojo y con la ayuda de un cepillo suave (el cepillo de dientes es una opción idónea) y limpia cuidadosamente su totalidad. No utilices bajo ningún concepto cepillos ásperos o metálicos.
Por último, seca la pieza con un paño limpio y suave.
Evita tocar el diamante con los dedos, de esta manera evitamos que se le peguen huellas.
Tienes que tener en cuenta que si llevas puesto algún anillo de diamantes de forma habitual, tienes que quitártelo a la hora de realizar actividades que puedan dañarlo, como por ejemplo: cargar peso, ir al gimnasio o tratar con sustancias fuertes.
En el caso que su diamante presente algún golpe, te recomendamos que nos lo traigas cuanto antes para que los expertos puedan reparar su daño. Además, es muy adecuado que llevéis vuestras joyas con diamantes a la joyería para que se haga una limpieza profesional dos veces al año.
Los profesionales someterán a vuestras piezas a una limpieza profunda con una máquina especial. Y si se considerara oportuno se procedería a rodiar la pieza para que la montura quedara como nueva.